Este año a pesar de las circunstancias, debemos estar agradecidos por seguir vivos y sobre todo convencidos, que pudo haber sido peor. Sin embargo, habiendo vivido esta experiencia que a todos nos confino por igual, pero que cada uno como individuos y familia vivió, percibió, sufrió y luchó, de manera tan intima, también nos enseña que lo impensable puede suceder.
Si hay una lección que nos ha dejado el 2020, es que en cualquier momento puede ocurrir un evento adverso de cualquier índole, como la pandemia por Covid-19 y cambiarlo todo. Es por esto precisamente que todos en general debemos estar preparados para responder a lo incierto, esto se llama PREVENCIÓN.
¿Qué significa estar preparado? Tener un plan de respaldo, y no solo eso, también tener el famoso plan B e incluso plan C, D, etc., de los cuales hemos hablado durante tantos años. Con esta pandemia ha quedado demostrado que si un negocio llámese colegio, empresa o emprendimiento quiere sobrevivir a lo inesperado, debe tener en cuenta lo siguiente:
- Elaborar un protocolo real de emergencias que pueda ser ejecutado de manera práctica.
- Girar el timón, lo cual implica aceptar el desafío de adaptarse.
Solo así se podrá dar la respuesta adecuada; en ese sentido, los Líderes debemos tener claro que un plan de emergencias en sus etapas A, B o C, ha dejado de ser una tarea opcional como normalmente es visto y manejado, sino que debe convertirse en una necesidad de cara al futuro.
Autor: Josue Castillo, Director General
Correcciones: Liliana Rodríguez, Directora de Capacitación